Leer.es / Blog / ELINET sigue avanzando

Uno de cada cinco europeos tiene dificultades para descifrar el mundo. No ser capaz, por ejemplo, de entender un gráfico, manejar el correo electrónico, interpretar un prospecto farmacéutico o valorar la veracidad de una información encontrada en la red, conlleva riesgos de exclusión social y de frustración personal. Una alfabetización pobre suele convivir con el abandono temprano de los estudios y el desempleo. Frente a esto, una alfabetización múltiple favorece el desarrollo individual de las competencias para la comprensión, utilización y evaluación crítica de diferentes formas de información, incluidos los textos e imágenes, escritos, impresos o en versión electrónica y contribuye a la formación de personas social y laboralmente activas.

Partimos, pues, de la necesidad de abordar medidas que mejoren las alfabetizaciones múltiples de los ciudadanos, tanto en el ámbito escolar como en entornos informales y no formales de aprendizaje, que resultan también imprescindibles para el desarrollo de las alfabetizaciones múltiples, así como la atención a las familias, agente de máxima relevancia para la creación de buenos lectores desde los primeros años.

ELINET echó a andar en febrero de 2014. Desde entonces, se ha recogido información detallada sobre la situación en los distintos países, no solo referida a datos sobre la población, sino también a campañas de concienciación para el público en general.

Coincidiendo con la Feria del libro de Frankfurt, el grupo de trabajo de ELINET se ha reunido estos días, allí cerca, en Höchst, para fijar las actuaciones de los próximos meses. LEER.ES, miembro del proyecto, estuvo allí. La pregunta crucial es: “¿Cómo podemos organizar campañas o dirigirnos de manera eficaz a personas interesadas en la política de alfabetización?“ (C. Garbe de la Universidad de Colonia, coordinadora del proyecto). Para darle respuesta, el próximo reto es construir una plataforma externa que recoja la síntesis del trabajo realizado por los miembros del grupo europeo, las recomendaciones de actuación y un exigente registro  de Buenas Prácticas de alfabetización por parte de los distintos agentes implicados (centros educativos, de adultos, bibliotecas, asociaciones, patrocinadores, responsables de políticas culturales y educativas, familias…).