CNIIE Revisadas - leer
Publicada: 30 de Abril de 2009
Publicada: 30 de Abril de 2009
Publicada: 07 de Octubre de 2009
Publicada: 30 de Abril de 2009
Publicada: 30 de Abril de 2009
Esta foto está tomada un día de verano en Bohoyo (Ávila). Es la garganta que pasa por mi pueblo, en el que veraneo todos los años. Está situado cerca de El Barco de Ávila. Es un paraje muy montañoso, verde y con mucho agua, en plena sierra de Gredos. El nombre del pueblo significa Buen Hoyo, debido a que está enclavado en un hondo rodeado de montañas. A esta garganta suelo ir por las tardes, ya que es una zona muy fresca para los días calurosos y, sobre todo, muy tranquila para relajarse y desconectar del ruido y la vida ajetreada de Madrid. Me inspira mucha tranquilidad.
Publicada: 30 de Abril de 2009
Profundidad y deseo…
Lejos de lo que nuestros ojos aprecian sentimos tristeza y pena.
No tiene sentido pelear, ni de nuestro lado ni del de ellos.
Navegábamos en la cresta de una inmensa y bellísima ola.
Y ahora, unos cuantos años después, puedes ir hasta la cumbre de alguna colina, y sentirte rodeado por mares grises entre miradas verdes y azules que chocan contra cuerpos de madera.
Demasiadas sombras y pocas luces…
Teníamos todo…
Publicada: 30 de Abril de 2009
Esta imagen me produce un sentimiento difícil de describir. Forma parte de un lugar en el que uno se siente libre, en el cual tus ilusiones se conviertenen sueños y te sientes afortunado por poder contemplar semejante paisaje. Este lugar, al igual que muchos otros, transmite esperanza y aunque la contaminación arruine los paisajes, la frase "no todo esta perdido" cruza tu mente. En este momento un escalofrío recorre tu cuerpo y te das cuenta de que puedes aportar tu granito de arena y marcar la diferencia.
Publicada: 30 de Abril de 2009
Publicada: 30 de Abril de 2009
Publicada: 23 de Abril de 2009
UN DÍA BLANCO
En este pasado invierno, yo me hallaba sentada delante de la ventana de clase. El profesor nos había mandado mirar por la ventana para después escribir sobre lo visto. Quizá pensaréis que el profesor estaba chalado por mandarnos mirar la ventana sin ton ni son.
Pero ese día estaba nevando y yo estaba muy contenta: hacía mucho tiempo que no veía caer tanta nieve. A través de la ventana se veía a la gente pasar entre la blanca nieve, con sus paraguas y bien abrigados.
En el patio del instituto se veía a dos chavales tirándose bolas de nieve. Mi pensamiento en ese instante era poder bajar y disfrutar de la nieve como ellos, disfrutar de aquel día tan maravilloso que podía ser que no volviera a ver en mucho tiempo.
Ahora estoy en clase, ya es primavera, pero estoy recordando aquel señalado día. Ahora que se acerca el buen tiempo, sólo quisiera dormirme y despertar en el pasado, en aquel día que nunca jamás quiero olvidar.
LAURA SIMÓN GONZÁLEZ, 15 AÑOS.
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