El 15 de octubre se celebra el Día de las Escritoras por tercer año consecutivo, bajo el lema Rebeldes y Transgresoras. La Biblioteca Nacional de España (BNE), en colaboración con la Federación Española de Mujeres Directivas, Ejecutivas, Profesionales y Empresarias (FEDEPE) y la Asociación Clásicas y Modernas (CyM) promueven desde 2016 esta iniciativa, que se celebra el lunes siguiente más próximo a la festividad de Teresa de Jesús, que se conmemora el 15 de octubre.
En este día se pretende recordar y reivindicar la obra de escritoras españolas e hispanoamericanas, ignorada o silenciada durante siglos por la moral machista y misógina de sociedades que nunca la valoraron.
En esta edición, se leerán en la BNE fragmentos de obras de las siguientes escritoras: Teresa de Jesús, María de Zayas, Juana Manso, Rosalía de Castro, Rosario de Acuña, Filomena dato Muruais, Carmen de Burgos, Delmira Agustini, Victoria Ocampo, Aurora Bertrana, Magda Donato, Sorne Unzueta Lanzeta (Utarsus), Ángela Figuera Aymerich, María Zambrano, Idea Vilariño, Ana María Matute, Carmen Martín Gaite, Josefina Aldecoa, Alejandra Pizarnik, Esther Tusquets y Maria-Mercè Marcal. Estos textos responden a un eje temático, el de la rebeldía y la transgresión de estas autoras frente a esa realidad que las relegaba a la sombra y, en muchos casos, al olvido.
Cartel Día de las Escritoras. Leer.es
Desde leer.es queremos celebrar este día invitándoos a participar el 15 de octubre en la segunda edición de Microleeres, proyecto de escritura creativa y colaborativa en Twitter. Bajo las etiquetas #DíadelasEscritoras y #microleeresescritoras podréis crear vuestros microrrelatos a partir de los tuits que lance leer.es
Infografía de las Sinsombrero
Os presentamos un relato ‘confeccionado’ a partir de fragmentos extraídos de las lecturas que se realizarán en la BNE:
Fuimus, sumus, erimus
Esta noche hace insomnio. En estas noches negras y claras no se duerme.[1] Muchas veces a deshora viene un deseo que no sé cómo se mueve.[2] Nunca se preocupó nadie de mi corazón. Mi corazón y yo crecimos extrañamente, dentro de un mundo frío y distante.[3]
En un lugar de temblores/manos oscilan enamoradas/en la dulzura de mi rostro/sobre tu oscuridad ardiente…[4]
¿Qué vale una mujer? ¿Para qué sirve una mujer viviendo en puro grito?[5] Mas mi cabeza en tanto que tal ni es de mujer ni de hombre, es Mente. [6]
Tal vez se haga usted la pregunta: “¿De dónde sacará esta mujer las armas para la lucha?”. Y yo le respondo. Mi arsenal no está en las bibliotecas, está en la vida real.[7]
No soy ambiciosa ni me importa el juicio ajeno. Hoy solo creo en el arte y acepto el amor como bella mentira, una forma más perfecta de la amistad.[8] Se habla de feminismo casi con la misma facilidad y desde luego, con más ignorancia todavía que de arte.[9]
Ya no soy más que yo/ para siempre y tú ya/no serás para mí/más que tú…[10]
Nos os creáis débiles; pensad que las gotas de agua sueltas no tienen casi ningún valor, en tanto que juntas forman corrientes impetuosas capaces de accionar las mayores turbinas del mundo…[11]Camina, que amor venganza me está pidiendo…[12]
Estas palabras que nacían sin quererlo ella misma, como flores silvestres que no hay que regar, eran las que más le gustaban, las que le daban más felicidad porque solo las entendía ella. [13]¿Cómo creer que ella pueda escribir tales cosas? Todavía no les es permitido a las mujeres escribir lo que sienten y lo que saben. [14]Ella no tiene palabra de honor, ¿quién se fía en palabras de mujer?[15]Desde jovencita todo lo que se le pedía socialmente era lucir bien y ser honesta.[16] La zozobra y la desazón derivaban, después de las reflexiones teóricas, hacia otros rumbos.[17]Mujeres fueron sin duda de clarísimo talento, a quienes divinizaría la admiración y el tiempo.[18]
El monólogo del hombre no me alivia ni de mis sufrimientos, ni de mis pensamientos.[19]
Te amo cuando te sé desnuda como una niña/como una mano abierta/como un reclamo agudo/y tierno que me llama desde un árbol desnudo/como un pez que ha olvidado que existen los anzuelos[20]
Fui injusta porque aquella mañana, aunque él ni lo sospechara y aunque sí volviéramos a vernos, puse, al negarse a que huyéramos juntos, punto final a nuestra historia.[21]
1Delmira Agustini, fragmento de Nocturno. 2 Teresa de Jesús, fragmento de Libro de la vida.3 Ana María Matute, fragmento de Pequeño teatro. 4 Alejandra Pizarnik, fragmento de Aproximaciones. 5 Ángela Figuera Aymerich, fragmento de El grito inútil.6 María Zambrano, fragmento de Cartas de La Pièce. 7 Rosario de Acuña, selección de Carta a Ramón Chíes. 8 Carmen de Burgos, fragmento de Autobiografía.9 Magda Donato, fragmento de ‘Por no enterarse’ dice… 10 Idea Vilariño, fragmento de Ya no. 11 Sorne Unzueta, fragmento de Utarsus.12 María de Zayas, fragmento de La traición de la amistad. 13 Carmen Martín Gaite, fragmento de Caperucita en Manhattan.14& Rosalía de Castro, fragmentos de Las literatas y de La hija del mar. 15 Juana Manso, fragmento de La emancipación moral de la mujer. 16 Aurora Bertrana, El nostre feminisme. 17Josefina Aldecoa, fragmento de Historia de una maestra. 18 Filomena Dato Muruais, fragmento de Defensa d’as mulleres. 19 Victoria Ocampo, fragmento de La mujer y su expresión. 20 María Mercè Marcal, T’e estimo quan et sé nua com una nena. 21 Esther Tusquets, fragmento de Habíamos ganado la guerra.