Leer.es / Blog / La lectura como factor de resiliencia en menores víctimas de maltrato o abandono

Numerosos artículos científicos han demostrado de cuántos modos diferentes la lectura resulta beneficiosa para niños, niñas, adolescentes y jóvenes. Más allá de las repercusiones positivas en el área lingüística -aumento del vocabulario, desarrollo de la expresión oral y escrita, mejora de las destrezas gramaticales, etc.— se ha demostrado que la lectura mantiene el nivel cognitivo, potencia la imaginación y la creatividad, nos hace más empáticos, contribuye a la reducción del estrés, puede mejorar el rendimiento en otras áreas y protege la memoria.

Las investigaciones sobre los efectos de la lectura se han ido centrando en aspectos y grupos de población cada vez más específicos, con resultados que consolidan el potencial beneficioso de la lectura. Así, existen varias investigaciones que se han centrado en analizar cuáles son los factores que promueven la resiliencia en individuos que han sido víctimas de abuso o abandono durante su infancia. Esta literatura que se ha ocupado de las experiencias infantiles desfavorables, que incluyen el abuso o el abandono, así como otras experiencias como haber presenciando violencia familiar o enfermedades mentales de los adultos con los que conviven, ha analizado también el papel que la resiliencia puede jugar en la reducción de la discapacidad cognitiva, emocional y social.

Foto en blanco y negro con niña con la boca tapada y ojos de miedo

La resiliencia en víctimas de maltrato infantil se ha asociado, a nivel individual, con factores protectores que incluyen la reacción frente al peligro, la disociación afectiva, la búsqueda de información, la madurez precoz o la reestructuración cognitiva de las experiencias dolorosas, el optimismo, el altruismo y la esperanza. Los factores familiares y comunitarios incluyen factores ambientales, escolares y entre iguales, tales como las relaciones positivas entre pares, la calidad de atención durante la infancia y las organizaciones comunitarias de servicio a la juventud. Las relaciones de apoyo cercanas, ya sean dentro del ámbito familiar o ajenas a este, favorecen la sensación de esperanza frente al trauma y la adversidad. 

Sin embargo, hay personas con historial de maltrato que pueden haber mostrado su resiliencia en un área de desempeño, pero no cumplir los criterios de resiliencia en otro ámbito. Por este motivo, son preferibles las medidas de análisis de la resiliencia que evalúan múltiples dominios.

Al hablar de la infancia, la literatura especializada ha vinculado la resiliencia con una mejora de los resultados educativos y con una disminución de las consecuencias a largo plazo que tuvieron su origen en traumas infantiles. Los niños y niñas maltratados manifiestan desventajas en el ámbito educativo, suelen presentar falta de atención y de compromiso en la escuela, mayor tasa de absentismo, calificaciones más bajas y mayor probabilidad de abandono escolar que aquellos que no han sufrido maltrato.

Un reciente estudio de la Universidad de Australia Meridional defiende que la lectura puede triplicar la resiliencia de los más pequeños en la escuela, especialmente la de aquellos que están en una situación de riesgo. Este estudio, que se centró en el alumnado que empezaba su escolarización y que previamente había sufrido abandono o maltrato, analizó los diferentes factores que podían mitigar los efectos negativos que el maltrato y el abandono habían provocado en los pequeños, y llegó a la conclusión de que leer a los niños en casa era uno de los indicadores más sólidos de resiliencia de niñas y niños pertenecientes a familias con problemas. Se trata, pues, del primer estudio que demuestra los beneficios de la lectura en niños que han sufrido abuso o abandono.

De acuerdo con el estudio, las víctimas de maltrato presentan más fragilidad en su desarrollo que el resto de sus compañeros al iniciar la escolarización. El Prof. Leonie Segal ha liderado la investigación y sostiene que el apoyo a esos niños y sus familias es fundamental antes de que entren en la escuela. Añade que la lectura en voz alta beneficia a los niños de muchas maneras: potencia la conexión entre los adultos y sus hijos a la vez que contribuye directamente al desarrollo por medio de la exposición a las palabras y a las historias. Defiende, igualmente, que los niños en el seno de familias que se esfuerzan para crear un entorno amoroso se beneficiarán en mayor medida de la lectura con sus padres o cuidadores, dado que mejorarán su resiliencia y se mantendrán en la senda del desarrollo pese a la exposición a situaciones adversas.

maestra leyendo con niños alrededor

Para llegar a estas conclusiones, el estudio consideró los datos de 65 083 niños y niñas que habían completado del Early Australian Development Census, una evaluación nacional que cada tres años examina el desarrollo del alumnado infantil (5 -6 años) en el momento en que comienzan la educación primaria. Dentro del censo de menores analizados se identificaron 3 414 niños y niñas en riesgo alto por haber sufrido maltrato. Asimismo, se observó que los niños adolecían de un atraso en su desarrollo en comparación con las niñas, circunstancia que se agravaba en los niños que habían padecido abuso o abandono.
El estudio muestra que, entre los niños y niñas con alto riesgo, un 51,2% demostró tener resiliencia. Los niños varones, los menores que viven aislados o en zonas rurales, así como aquellos que padecen una discapacidad física, sensorial o de aprendizaje pueden tener una probabilidad sustancialmente mayor de tener un nivel de desarrollo inferior al de las niñas, de acuerdo con los hallazgos del estudio. Por lo tanto, todos esos grupos necesitan más apoyo. El estudio constató, igualmente, que los indicadores de resiliencia en el modelo de análisis multivariable fueron tener más edad, no poseer un problema emocional y que se les leyera en voz alta en casa. Aquellos menores a los que se leía regularmente en casa tenían tres veces más posibilidades de mostrar resiliencia que aquellos que no habían disfrutado de esta actividad.

A partir de: Armfield, J.M,  Ey, L.A., Zufferey,c., Gnanamanickam, E.S., Segal, L. (2021). Educational strengths and functional resilience at the start of primary school following child maltreatment. Child Abuse & Neglect, vol. 122. https://doi.org/10.1016/j.chiabu.2021.105301