Leer.es / Blog / Alfabetización temprana y textos digitales

Actualmente, existen algunas investigaciones que sugieren que la lectura compartida de cuentos digitales puede que no ofrezca el mismo lenguaje enriquecedor y experiencia de vinculación que se producen cuando los padres están leyendo un libro impreso a sus hijos (Reich, et al., 2016; Barzillai, et al., 2018). En estas situaciones, la lectura dialógica que se desarrolla a medida que avanza el texto es fundamental, por un lado, para apoyar la comprensión del texto que realizan los niños y, por otro, para que los mismos puedan relacionar los textos con sus propias vidas (Mol, et al., 2008). Este diálogo que se produce entre padres e hijos fomenta el desarrollo de las habilidades del lenguaje y la propia alfabetización de los pequeños.

Niña leyendo un libro tumbada en la cama. En la parte de la derecha aparecen las manos de una mujer adulta.

Niña leyendo tumbada en la cama

Ahora bien, la interacción con el texto en dispositivos digitales, incluidos los libros electrónicos y las aplicaciones de historias llenas de elementos visuales dinámicos, puntos de acceso que llaman la atención y juegos, pueden crear un entorno diferente para las experiencias de alfabetización temprana de los niños. Parish-Morris, et al. (2013) observaron a padres e hijos mientras leían historias impresas o en dispositivos electrónicos. Descubrieron que los padres hablaron más sobre el contenido y animaron a los niños a conectar las historias con sus propias vidas con el formato impreso, mientras que, con el formato electrónico, los padres hicieron más comentarios relacionados con el comportamiento. Los indicadores de comprensión textual apuntaron que, aunque los niños identificaron acciones y personajes de la historia con ambos formatos, los niños que escuchaban el libro impreso tenían una memoria superior de las secuencias de acciones y el contenido de la historia. Los resultados de varios estudios como el de Lauricella, et al. (2014) exponen un patrón similar: los padres que leen libros en formato papel a sus hijos participan en más discusiones sobre el significado de las palabras, apoyan los esfuerzos de los niños por relacionar la historia con sus propias experiencias y hacen más preguntas que los padres que leen libros de cuentos interactivos. En cualquiera de los casos, tales diferencias en las interacciones no siempre están asociadas a una menor comprensión.
De acuerdo con lo anterior, la lectura temprana en formato digital puede influir en la exposición al lenguaje y en las experiencias lectoras. A su vez, estas pueden determinar actitudes de los niños hacia la lectura en sí misma. Si el acercamiento a los textos digitales ha sido un acto lleno de actividades interactivas, pueden creer que siempre va a ser una experiencia entretenida, un acto que implica un proceso superficial que puede acarrear dificultades de comprensión lectora. En este sentido, Lerman et al. (2017) descubrieron que en la evaluación de la comprensión lectora en formatos digitales e impresos que realizan niños alemanes de la etapa de educación primaria, los que cometieron más errores fueron los que hicieron la prueba en la versión digital.

Para saber más:

  • M. Barzillai, J. Thomson, and A. Mangen, 2018. “The impact of e-books on language and literacy,” In: K. Sheehy and A. Holliman (editors), Education and new technologies: Perils and promises for learners. London: Routledge, pp. 33–47.
  • A. Lauricella, R. Barr, and S. Calvert, 2014. “Parent–child interactions during traditional and computer storybook reading for children’s comprehension: Implications for electronic storybook design,” International Journal of Child-Computer Interaction, volumen 2, número 1, pp. 17–25
  • S. Mol, A. Bus, M. de Jong, and D. Smeets, 2008. “Added value of dialogic parent–child book readings: A meta-analysis,” Early Education and Development, volumen 19, número 1, pp. 7–26.
  • J. Parish-Morris, N. Mahajan, K. Hirsh-Pasek, R. Golinkoff, M. Collins, 2013. “Once upon a time: Parent–child dialogue and storybook reading in the electronic era,” Mind, Brain, and Education, volumen 7, número 3, pp. 200– 211.