Los dispositivos electrónicos, especialmente los teléfonos móviles, constituyen un elemento cotidiano en la vida de nuestros adolescentes y jóvenes. A través de estas herramientas se les abre una puerta a una cantidad ingente de contenidos de diverso tipo: vídeos, pódcasts, música, textos, imágenes, etc. Toda esa información se presenta sin filtros y la difusión de noticias falsas, la confusión entre opinión e información o la propia infoxicación pueden afectar a las percepciones que los y las estudiantes tienen del mundo.
Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE, 2021), un 97,5% de los menores entre 10 y 15 años utiliza Internet habitualmente y el uso de las nuevas tecnologías se incrementa a partir de los 13 años. En el año 2021, el 69,5% de la población entre 10 y 15 años poseía un teléfono móvil, dispositivo que está conectado continuamente a la red. Estos datos de uso de la red y de conexión permanente se incrementan hasta alcanzar prácticamente al total de la población joven de entre 16 y 24 años.
Los usuarios jóvenes de Internet invierten la mayor parte de su tiempo en el llamado «ocio online»: participan en redes sociales, consumen contenidos audiovisuales y buscan noticias en línea; acciones en las que coinciden con el comportamiento general de la población que navega por la red. Los internautas, adultos o jóvenes, comparten una motivación y es la búsqueda de información que circula por Internet.
El «Estudio de alfabetización mediática en centros de Educación Secundaria Obligatoria», que ahora publica el Ministerio, surge del diagnóstico de la realidad de las aulas y de la detección de deficiencias en el consumo y tratamiento de la información por parte de los estudiantes. Su objetivo principal es conocer cuál es el estado actual de la alfabetización mediática en los centros de Educación Secundaria Obligatoria de titularidad pública. Además, puesto que el análisis parte de la voz del alumnado y del profesorado, pretende que las conclusiones del estudio contribuyan a establecer estrategias de intervención a partir de las necesidades detectadas a diario en los centros educativos.
La obra se estructura en cuatro partes que abordan otras tantas facetas del objeto de estudio: en primer lugar, se analiza el concepto de alfabetización mediática, su origen y alcance, el estado de la cuestión en el ámbito general y, particularmente, en el escolar, así como la metodología empleada en la fase de investigación del estudio; en segundo lugar, se analiza cómo se trata la alfabetización mediática en el aula, su carácter transversal, su incorporación a las asignaturas de la ESO o el papel del docente.
La tercera parte del estudio se ocupa de cómo usan y consumen los medios los y las adolescentes: sus hábitos de lectura, las redes sociales como principal fuente de información, la discriminación de la información y cuáles son los referentes mediáticos de la juventud. Por último, la publicación se plantea el reto de cómo integrar la alfabetización mediática en las aulas a partir de las necesidades formativas demandadas por los docentes y se incluyen ejemplos de adaptación a asignaturas específicas, así como de recursos abiertos que pueden ayudar a la integración de la alfabetización mediática en la actividad diaria en las aulas de la Educación Secundaria Obligatoria.
Puede descargarse gratuitamente al estudio desde la web del Servicio de Publicaciones del Ministerio de Educación y Formación Profesional.