Textos discontinuos
8. Ámbito lingüístico y social
La lectura en el aula debe abordar diversidad de textos. Además de los textos continuos que son más habituales y que siguen unos patrones de organización más conocidos por los alumnos, la escuela no debe olvidar la lectura discontinua: tablas, estadísticas, gráficos, mapas… Estas lecturas favorecen la adquisición de vocabulario a través de inferencias y el aprendizaje sobre los mecanismos que dan coherencia y cohesión a los textos y dan lugar a la elaboración de esquemas conceptuales o a la redacción de breves textos expositivos al comentar gráficos, mapas…
¿Cómo implicar a los alumnos? ¿Cómo motivarles? ¿Cómo activar sus conocimientos previos? ¿Cómo tratar los estereotipos? El trabajo por secuencias didácticas.
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Poseer una buena competencia lectora es disponer de las habilidades lingüísticas necesarias para leer adecuadamente cualquier tipo de texto, así como reconocer los géneros y sus estructuras organizativas. Manejar una diversidad textual en el aula permite movilizar una diversidad de estrategias lectoras. Si el alumno llega a ser capaz de traducir la información de un determinado género en otro, estará haciendo un gran ejercicio de comprensión que retroalimentará su motivación.
